viernes, 22 de octubre de 2010

Tiempo de algarabías


Algarabía uno

Han transcurridos muchos soles y lunas, mucha agua, muchas arepas por la boca, mucha alpargata desgastada, muchos patioebola rastrillados, muchas risas y muchos llantos ya en desuso, desde que El Cayapo colgó las uñas y se dedicó a una vida dispendiosa y disfrutadora de eso que llamamos la revolución, ¡ah mundo¡ y como la hemos gozado.

Algarabía dos

Una cosa ha sido demostrada con mucha precisión: El Cayapo no ha hecho falta para que se den las transformaciones históricas; eso nos reconforta y nos alegra, porque una vez más la vieja máxima del señor Marx se cumple: «la emancipación de la clase obrera será obra de la clase obrera misma» así que señores y señoras muy emperifolladas y follados, no sigan con el viejo cuentito de que «sin mí tú no eres ná».

Algarabía tres

Otro mito que se ha derrumbado en este proceso, es la manida leyenda de que la corrupción es la causa de todos los males y que si matamos a los malos reinaremos los buenos. Niños ese cuento no es verdad; la corrupción es sólo un síntoma no una causa; estamos en presencia de un cadáver muy viejo; se le presume como mínimo unos diez mil años de viejura, ese anciano cadáver se llama el poder. Así que es mejor que no nos den ningún poder a los pobres, porque no es la primera vez que nos alzamos contra el señor, y no sólo aquí, desde mucho antes, recuerdan a Espartaco, el que primero le dijo al poder «a otro Espartaco con ese hueso». Y dígame el señor Zapata, y el Sandino y al que mientan Bolívar; toditos ellos se dieron cuenta de donde estaba el problema; pero el gallo que más claro cantó fue el señor Simón Rodríguez que dijo: «después de esta muerte nos toca inventar» y sólo inventan los necesitados, los que no saben, porque son los únicos interesados en una revolución, porque los que ya saben se aprovechan ¡y como lo hacen! por lo tanto uno piensa que se debe analizar más a fondo de donde se origina esta corrupción, porque la conciencia de unos cuantos es sólo una excepción, la regla está en el sistema enfermo, no en los hombres y mujeres que a diario nacemos inocentes. Preguntémonos cuántos años tiene este proceso y cuanto tienen los corruptos, cuántos años tienen las universidades y las escuelas y los pensa, y las fábricas y las iglesias y los ejércitos y los deportes y las artes y las oficinas y los y las y los y las; y los hombres y mujeres seguimos naciendo inocentes, no machistas; inocentes, no femeninistas; inocentes, no racistas; inocentes, no guerreros; inocentes, no ladrones; inocentes, seguimos naciendo inocentes, pero caemos en un molde antiguo y muerto que ya tiene más de diez mil años y que cada vez que se insurje en su contra nos enamora con el cuento mágico del poder al soberano; no señor, nosotros tenemos que crear un mundo paralelo en donde el señor poder, no sea más que un vil recuerdo del sufrimiento humano; mosca con el que nos ofrece poder, porque nos está pidiendo que salvemos al capitalismo. Preguntémonos ¿Qué poder es el que nos van a transferir?, ¿Quién es el que se desgañita pidiendo poder?, ¿Cuáles son las características de este poder que se nos dice entregar? ¿En qué organización se deposita y se administra este poder?, ¿Y si el poder es viejo, también no nos hará viejos y viejas?, Y dígame usted: Si este poder está enfermo, ¿no nos convertiremos nosotros en sus enfermeros y enfermeras y en ello se nos va la vida, en luchar toda la vida?, cuando lo único que no nos ha hecho vivir la vida, es el poder viejo y enfermo que desde siempre nos tiene agarraos por el pescuezo.

Algarabía cuatro

Otro mito leyenda que se estrella contra la historia, es el llamado fracaso del socialismo, del comunismo, ¿Cómo puede fracasar lo que jamás ha existido?. Hoy de nuevo, millones de seres en el planeta buscan con afanoso entusiasmo la opción de vivir de otra manera, pero los cagones de siempre salen con el argumento de que Rusia, China, Albania, Cuba; lo que debemos decir de una vez por todas es que estas experimentaciones sociales en la que se embarcaron estos pueblos y muchos otros, estaban signadas por el espejismo del progreso, del desarrollo; cayendo en la competencia con el mundo capitalista, manteniéndose en la orbita del mercado; no hubo tiempo o tal vez la ideología del progreso no se los permitió, de trabajar la creación de un nuevo modelo productivo, la eliminación de las instituciones creadas por el mundo del poder en toda su historia, y la formación de una nueva manera de relaciones sociales, pero además se calaron los bloqueos y las guerras más atroces que se le haya impuesto a pueblo alguno en el mundo; pero hoy no nos dejaremos embaucar, hoy nos organizaremos de otra forma, no nos dejaremos atrapar por la cobardía de quienes dicen que el imperialismo nos puede invadir, (y con este argumento no permitir la conversa sobre lo que ha de construirse entre todos, y reacomodar el viejo sistema de creencias). Como si los perros calientes ya no están en Guárico. Que nos van a quitar el petróleo, como si ya no tienen cien años en eso. Señores de ahora y en adelante nos toca pensar, crear, inventar otro mundo y en eso estamos empeñados, El Cayapo no come cuento y si hay que ser socialistas seremos socialistas, si hay que ser comunista seremos comunistas y si hay que ser caraotas azules seremos caraotas azules; pero a nosotros nadie nos engaña con el cuentico de que el comunismo nos va a quitar los hijos, porque si a eso vamos desde hace rato ya los hijos son de los dueños de las pañaleras, de los centros comerciales, de la Internet, de las discotecas, de las drogas, de las armas, de la pornografía y de los muy malos maestros de los que dios me libre y los libre a ellos, pobrecitos, que como sufren enseñando lo que no saben (No se empute viejo maestro, como dice «el flecha», que la cosa no es con usted).

El comunismo o las caraotas azules nada nos pueden quitar, por la simple razón de que toda propiedad en el capitalismo es precaria, excepto la ejercida sobre los medios de producción que está permanentemente en manos de una clase, mas no en los individuos; pero casas de clase media, rancho de proletarios, conuco de campesino, carros, patioebola de fin de semana, orilla de río; nada, nada de eso nos pertenece, porque en una sociedad profundamente anarquizada desde su aparato productivo, un accidente, una enfermedad, nos conduce a la voracidad de los dueños de clínicas, quienes sin importarle absolutamente nada ni nadie, te dejan en la calle, con una mano alante y otra atrás; el comunismo o las caraotas amarillas lo más que nos pueden quitar de encima es el yugo del trabajo esclavo.

Algarabía cinco y ya

Este cayapo está dispuesto a sostener con los otros cayapos, de corazón a corazón todas las conversas del mundo, para buscar las formas de vivir agradablemente esta vida que es la única que tenemos y que definitivamente nos gusta; tenemos mucha alegría de poder conversar de nuevo con todos ustedes, sean del planeta que sean; esta revolución es una nota y vamos todos a gozarla; que se vaya lo que tenga que irse y que venga lo que tenga que venirse, lo demás, como dijo el viejo José de San Martín, lo demás no importa y punto. Aquí estamos de nuevo clonadamente de nadie.

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